Senoides, Aniquilación de Houellebecq y la literatura para desesperados de Bolaño

Γ(z)
4 min readJun 13, 2023

En Aniquilación de Houellebecq, sucede algo análogo a lo de la obra ya conocida. Naturalmente, la invitación a la reflexión -de cualquier tipo- se ve aplastada por la angustia profunda que provoca la materialización del cruento destino al que ha quedado sometido el protagonista. Houellebecq se hace de Pascal para dotar a Paul Raison de un referente filosófico -más libresco que práctico- para, en últimas, recordarnos que el valor de las construcciones humanas a las que llamamos instituciones -incluyendo la liturgia que pretende ampararles-, va convergiendo a cero, a medida que y, con la misma velocidad a la que nos hacemos conscientes de la propia muerte -más aún si se esta se estima más dolorosa que trágica-. Hay belleza en la tragedia, mas no en el dolor ni en la vergüenza de la que somos causa.

Aniquilación, Houellebecq, página 297 de Anagrama, 2022.

La metamorfosis temática de Houellebecq está en que el devenir ha dejado de ser la causa última de la náusea. La náusea se vuelca hacia el proceso concreto de la muerte prolongada. Un paso que va del absurdo al que se circunscribe la vida, a lo absurdo de un final inapelable. Si es que aquí, el leitmotiv se ha desenvuelto a partir de una sutil variación, entonces, no será atrevido insinuar que Houellebecq ha decidido cerrar su obra completa con una pieza relativamente única: el fin de su literatura para desesperados.

Bolaño, como Quim Font -quien termina en un manicomio pese a una característica lucidez-, ha dicho que:

“… hay una literatura para cuando estás desesperado… tomemos al lector desesperado, aquel a quien presumiblemente va dirigida la literatura de los desesperados. ¿Qué es lo que ven? Primero: se trata de un lector adolescente o de un adulto inmaduro, acobardado, con los nervios a flor de piel. Es el típico pendejo (perdonen la expresión) que se suicidaba después de leer a Werther…”

Pero, ni el desvanecimiento del realismo visceral, ni las sinusoides de Cesárea Tinajero, ni el desenlace de Paul Raison, me parecen evocaciones a la desesperación. Sin embargo, debo precisar que, mientras Los Detectives Salvajes de Bolaño requiere cierta paciencia ante la nostalgia que se anuncia con mucha anticipación, Aniquilación exige entera tolerancia a la idea de la muerte como una sucesión de pasos hacia un lamentable estado de aislamiento y putrefacción de la carne humana.

De Apuntes de Roberto Bolaño para la escritura de Los detectives salvajes

Sin sugerir sobre la generalidad, me atrevo a pensar en mi experiencia como cosa más que común: el insomnio como puente definitivo entre el dolor infantil del sinsentido, cuyo remedio único se encuentra en el suicidio metafórico, y la angustia ante la muerte, cada vez más cerca. La idea de la muerte, de que esta no puede sino ser el destino que le sucede a un conjunto de episodios dantescos. Y, pasa que, el que la soledad y la muerte acechen de noche no es sino parte del prolegómeno con el que se inicia el impulso hacia el ridículo, pues, de talón a cabeza, ya nos posee la cobardía. Nos hemos vuelto cobardes, que no enteramente idiotas.

Comienza la batalla entre la razón -vaya, la sensatez- y la colección de nuestros fantasmas: atractor caótico del ofrecimiento de hábitos y actividades grupales que prometen anestesia a cambio de una actitud indulgente ante lo vulgar. Si me meto por el ojo de la aguja, no solo habré acotado mi acervo para desesperados sino que, además, habré sorteado: los triatlones, los grupos de superación, el pensamiento mágico facilón y el culto a la felicidad barato, acompañado de consumismo y frasecitas huecas.

Casi al final del espacio que se concede a las voces que van dando forma a la vida de Belano, Bolaño le hace decir que: “todos tenemos miedo de naufragar”. Pues, bien, ante la alternativa, estoy dispuesta a naufragar. Algo me hace inferir que solo en el naufragio es que se pierde la capacidad de mendigar cordura. Solo en el naufragio, la caducidad de la relevancia de casi todas las cosas sin sentido práctico ni importancia estética, se vuelve instantánea.

Me encuentras en:

Twitter/X: @gammaofzeta

Instagram: @gammaofzeta

Mathstodon: @anaabreulevy@mathstodon.xyz

--

--